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La farmacia del Reina Sofía ha dispensado casi 3.000 soluciones de nutrición parenteral en 2003

Este modo de alimentación, que se prepara a la carta en condiciones de asepsia, es imprescindible para la nutrición de algunos niños

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l servicio de Farmacia del Hospital Universitario Reina Sofía ha dispensado 2.797 unidades de nutrición parenteral hasta octubre de este año que, mediante su infusión a una vía venosa, permitieron que los niños con imposibilidad de ingerir alimentos naturales reciban en su forma elemental todos los nutrientes básicos que el organismo necesita (agua, proteínas, hidratos de carbono, lípidos, minerales, vitaminas y oligoelementos).

En los últimos cinco años este servicio ha experimentado un incremento del 32% (1.245 unidades más) en la cantidad de nutriciones parenterales que se preparan para pacientes pediátricos, ya que se pasó de 2.630 en 1997 a las 3.875 dispensadas en 2002.

Este tipo de alimentación está indicada en aquellos pacientes pediátricos cuyo aparato digestivo no es útil para la absorción o digestión de nutrientes (en caso de prematuros o niños con parálisis intestinal u oclusión digestiva, principalmente), cuando precisan reposo por cuestiones terapéuticas (cirugía, diarrea aguda intratable, fístula intestinal o pancreática) y cuando necesitan aporte extraordinario de nutrientes (enfermedad oncológica o fallo multiorgánico, entre otras).

El contenido de cada una de las bolsas, administrado durante las 24 horas del día a través de bombas de infusión, se preparan a la carta de forma individualizada en función de los requerimientos nutricionales del niño, que varían según el peso, la edad, el grado de madurez y las patologías asociadas.

La farmacéutica responsable de la elaboración de estos preparados, la Dra. María Cruces Garzás, destacó la importancia de esta alimentación porque “es la única forma de proporcionar un soporte nutricional a determinados pacientes, constituyendo un punto fundamental en su tratamiento global”.
Por su parte, el director gerente del Reina Sofía, José Luis Díaz Fernández, destacó la labor de los farmacéuticos de este hospital que dedican su esfuerzo a facilitar a estos pacientes la mejor alimentación posible adapta a sus necesidades.

La combinación de los distintos compuestos de cada nutrición “se realiza siguiendo un protocolo de elaboración y control de nutrientes parenterales pediátricas que garantiza la esterilidad y la estabilidad fisicoquímica de la mezcla”, precisó la farmacéutica.

María Cruces Garzás apuntó que estas nutriciones individualizadas se pueden infundir a través de una vía venosa periférica (cuando no se va a administrar durante más de una semana) o de un catéter venoso central (en caso de que se prolongue durante un periodo más largo) y se mantienen hasta que el niño es capaz de tolerar la alimentación enteral (preparado que se ingiere por sonda) o natural.

Finalmente, esta forma de alimentación sólo se debe utilizar en casos puntuales en los que no es viable la enteral o natural, puesto que no está exenta de riesgos y entre los principales efectos secundarios figuran complicaciones mecánicas, metabólicas e infecciosas.

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