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Premian un estudio del Reina Sofía sobre las ventajas de un preparado lácteo con omega 3 en pacientes con síndrome metabólico

El trabajo demuestra la disminución de riesgo cardiovascular en estos enfermos cuando se consume de forma continuada la leche enriquecida

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La Sociedad Andaluza de Análisis Clínicos ha concedido el primer premio a la mejor comunicación a un estudio realizado por profesionales del Hospital Universitario Reina Sofía que destaca las ventajas que se derivan del consumo de un preparado lácteo con Omega 3 en pacientes con síndrome metabólico, patología que se define como un grupo de factores de riesgo cardiovascular que tienden a presentarse de forma conjunta.

El premio se otorgó en el último congreso de esta sociedad celebrado recientemente y los resultados describen mejoras en el perfil bioquímico y otros parámetros clínicos de los pacientes con esta patología, caracterizada principalmente por obesidad, glucosa elevada, dislipemia e hipertensión.

En esta línea, la principal aportación que pone de manifiesto dicho estudio es la notable mejoría de los factores de riesgo cardiovascular en los pacientes con síndrome metabólico al consumir esta leche enriquecida, así como la ausencia de toxicidad y efectos secundarios frente a otras intervenciones.

El trabajo, desarrollado por los servicios de Endocrinología y Nutrición y el de Análisis Clínicos del hospital cordobés, concluye que la administración de este producto a personas con esta patología provoca un descenso estadísticamente significativo de algunos de los factores de riesgo asociados al síndrome metabólico. El preparado lácteo, comercializado por la empresa COVAP, contiene básicamente ácidos grasos Omega 3, fólico y oleico.

El estudio, que se llevó a cabo el pasado año y ha sido coordinado por el jefe de servicio de Endocrinología y Nutrición, Pedro Benito, se inició con la selección de 68 pacientes con síndrome metabólico atendidos en la consulta de nutrición del Reina Sofía de enero a diciembre de 2004. Estas personas, dividas en dos grupos, alternaron el consumo de la leche enriquecida durante periodos prolongados de unos tres meses y leche semidesnatada durante otros tres meses de forma cruzada.

Estas mejoras incluyen la disminución de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, glucosa, proteínas totales (posiblemente por la disminución de lipoproteínas), apolipoproteína B, colesterol total, LDL colesterol, triglicéridos y homocisteína, unos beneficios no se registraron tras el consumo de la leche semidesnatada en estos enfermos.

Los autores del trabajo son el endocrino Pedro Benito y los especialistas en Análisis Clínicos Javier Caballero, Fernando Rodríguez, María José Moyano, Francisco José Gavilán, Inmaculada Valdelomar y Cristóbal Aguilera.

Finalmente, las investigaciones actuales desarrolladas a nivel mundial sobre las ventajas del consumo de ácidos grasos Omega 3 en estos pacientes afirman que favorece la disminución del riesgo de muerte por enfermedad coronaria en pacientes que han sufrido un infarto cardíaco previo, sin embargo, su eficacia no está evidenciada en la prevención primaria.

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