Para conmemorar la segunda edición de el Día del Cine Español, hemos seleccionado un interesante documento, perteneciente a la serie de Proyectos y obras, del fondo de la Comisión Provincial de Monumentos. Una serie documental facticia que recoge algunos de los trabajos de arquitectos tan relevantes para la historia y el desarrollo urbanístico de la ciudad de Granada como Francisco Prieto-Moreno, Miguel Olmedo Collantes y Ambrosio del Valle Sáenz.
La evolución de las salas de cine en Granada, siguió los mismos pasos que en el resto de ciudades españolas. Las primeras proyecciones se hicieron en barracones de construcción efímera y de fácil montaje, coincidiendo con ferias y festividades locales, como la del Corpus Crhisti. Más adelante, a partir de 1896, surgieron los primeros cines itinerantes: el Teatro de Verano Colón (1898), el Salón de Actualidades (1898), el Cinematógrafo (1900), el Luminoso (junio 1910), el de la Terraza (julio 1910), el de Bola de Oro (julio y agosto 1912), el Palais Victoria (junio 1907- julio 1908), y el Cinematógrafo Fortuny (enero 1913-diciembre 1914). Aunque también se hacían proyecciones en teatros ya existentes, como el teatro Isabel la Católica (Plaza de los Campos) y el Teatro Cervantes.
A lo largo del siglo XX las instalaciones se hicieron fijas y mejoraron considerablemente. De sencillos pabellones, se pasó a la construcción de las grandes salas semejantes a los teatros, y finalmente, en las década de los noventa, se produjo el fenómeno de los multicines, ubicados en los nuevos centros comerciales.
En cuanto a los cines de verano, la climatología propia de Granada, hizo que tuvieran una gran aceptación desde la aparición de los primeros cinematógrafos, hasta la década de los años ochenta, en que la incorporación del aire acondicionado en los cines cubiertos y la especulación inmobiliaria sobre los solares que ocupaban, los llevaron a su práctica desaparición.