Monumento a las víctimas del campo del Mauthausen (Almería)
Cerca de 1.500 andaluces pasaron por el campo de concentración nazi de Mauthausen. Solo un tercio logró salir con vida. Sin saber muy bien el destino que elegir y en medio de dos guerras en las que se jugaron la vida de igual manera, muchos republicanos andaluces marcharían para cruzar la frontera.
A su llegada encontrarían pésimas condiciones de vida en los campos de concentración de las playas del Rosellón. En otoño de 1939, finalizó el calvario para empezar un drama mayor como prisioneros de guerra de Hitler a partir de su triunfo en la Francia de 1940.
Ni los supervivientes se explican cómo lograron resistir con vida en aquel lugar al que llegaron después de pasar todo tipo de calamidades. Los montaron en un tren de ganado, casi sin oxígeno, que rodó durante días. Nadie sabía si los estaban trasladando a España o a otro país. Tras ser hechos prisioneros por los alemanes en el sur de Francia, las SS se marcaron el objetivo de exterminar a todos los republicanos en aquellos campos de la muerte.
Antonio Muñoz Zamora fue el último superviviente almeriense del campo de Mauthausen, y uno de los principales impulsores de la construcción del monumento que da hoy homenaje a las víctimas de este campo en el Parque de las Almadrabillas, junto al antiguo carguero de mineral de la capital almeriense.
Zamora logró salir con vida del campo de concentración de Mauthausen, con tan solo 29 kilos de peso. “Chupamos hasta las piedras los últimos días para resistir y que llegara la liberación”, decía. Regresó a España en 1963.
Fuentes y Bibliografía
- DEL RÍO, Ángel, CHECA, Sandra y MARTÍN, Ricardo. Andaluces en los campos de Mauthausen. Fundación Centro de Estudios Andaluces, 2006.
- Documental "Memoria de las cenizas".