Blanco celebra que Andalucía sea por primera vez un “actor decisivo” en el crecimiento de España

La consejera de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, Rocío Blanco, ha puesto hoy en valor la capacidad que está demostrando Andalucía desde el año 2019 para superar “complejos y estereotipos del pasado”, aprovechando así “la oportunidad de convertirse, por primera vez, en un actor decisivo” en el crecimiento económico de España. Blanco ha participado en Madrid junto a la presidenta de la Fundación CEOE, Fátima Báñez, en la jornada 'Mercado de trabajo. España, Europa y el capital humano', organizada por la Universidad CEU-San Pablo y Europa Press. El acto ha contado con la presencia del presidente de la Fundación Universitaria San Pablo-CEU, Alfonso Bullón de Mendoza, y del director general de CEU, Javier Tello.
Durante su intervención, Blanco ha destacado algunos indicadores que confirman ese cambio de tendencia. Entre ellos, un incremento del PIB del 3,3% el pasado año que superó en una décima al del conjunto de España. También un récord histórico de exportaciones en el primer trimestre de 2025 (10.559 millones de euros) o el balance de la inversión productiva extranjera, que durante el pasado ejercicio alcanzó los 837 millones de euros, un 41% más que en 2023, superando en 22 puntos el promedio nacional.
Esos resultados, según ha destacado la consejera, son el resultado de “un cambio de paradigma” basado en “escuchar y atender las necesidades reales” del tejido productivo. A ello, ha subrayado, se suman decisiones que han contribuido a mejorar la competitividad de las empresas y de los trabajadores autónomos, principales generadores “de riqueza y empleo” en la región. Entre ellas ha citado el descenso continuo de la presión fiscal en Andalucía, con hasta seis rebajas de impuestos en los últimos seis años que contribuido a situar a la Comunidad como segunda región del régimen no foral con menor carga impositiva; la eliminación de trámites burocráticos innecesarios, con la aprobación de cinco decretos de simplificación administrativa, o el despliegue de un sistema de gestión automatizado de ayudas e incentivos en el que la Consejería de Empleo “ha sido pionera”.
Blanco ha recordado que esas actuaciones transmiten “confianza” al tejido productivo, con su debida traslación directa al mercado laboral. En ese sentido, ha celebrado que “aunque aún quede mucho por hacer”, Andalucía se ha instalado desde abril por primera vez en su historia por encima de la barrera de los 3,5 millones de afiliados, o que en los últimos doce meses haya reducido el desempleo en 57.130 personas, aportando casi el 40% del descenso nacional en ese periodo y estando ahora más cerca de dejar atrás la cota de los 600.000 parados.
Una economía diversificada
La consejera ha considerado fundamental “respaldad y acompañar” a las empresas, algo que el Gobierno de Andalucía está logrando “con estabilidad presupuestaria, transparencia y seguridad jurídica”, en contraste con “la voracidad recaudatoria” del Gobierno de España, que ha situado la presión fiscal en el 30,9% del PIB, o la incertidumbre de no contar, por segundo año consecutivo, con un proyecto de Presupuestos Generales del Estado.
El escenario de estabilidad creado en Andalucía es el que, a juicio de Blanco, está contribuyendo a que la región cuente a día de hoy con una economía más dinámica y diversificada. Muestra de ese avance serían “un sector agroindustrial innovador, el de Defensa, la minería, las energías renovables, que cuentan con proyectos por valor de 1.625 millones de euros; o el Hidrógeno Verde”, con 23 iniciativas en marcha que movilizarán 5.300 millones de euros.
En todos esos casos, la Consejería de Empleo está contribuyendo a mejorar la competitividad de las empresas a través de la Formación Profesional para el Empleo, que como ha destacado Blanco “facilita que el tejido productivo encuentre los perfiles que demanda la nueva realidad del mercado laboral”. Ejemplo de ello es el papel que están jugando los proyectos singulares, “una formación diseñada por nuestra Consejería en colaboración directa con las empresas” para responder a “necesidades específicas”, como ocurre en los casos del sector naval de Cádiz, el sector aeroespacial de Sevilla y Cádiz, el de Hidrógeno Verde o las ocupaciones con un alto grado de especialización que demandará la Base Logística del Ejercito en Córdoba.
“Un brindis al sol”
El apoyo decidido al tejido productivo andaluz contrastaría con las “imposiciones regulatorias” derivadas de las últimas decisiones del Gobierno de España, algo en lo que han coincidido Báñez y Blanco. En el primero de los casos, el de la reducción de la jornada laboral, la consejera ha advertido de que debería circunscribirse “al ámbito de la negociación colectiva, que se presuponía de un Gobierno que se dice adalid del acuerdo y del diálogo social”. También ha alertado de que las reducciones de jornada laboral sólo pueden ser efectivas cuando van acompañadas de un incremento de la productividad, algo que no está ocurriendo en España, donde se ha registrado un retroceso del 2,7% en los últimos años, e incluso de un 3,6% en el caso de las pymes. “En lugar de mejorar la productividad, el Gobierno de España opta por la imposición regulatoria”, ha insistido.
Blanco se ha mostrado también crítica con el anuncio del Ministerio de Trabajo y Economía Social de aprobar vía decreto los registros horarios en las empresas incluso en el caso de que finalmente no salga adelante la reducción de la jornada laboral. En ese sentido, ha mostrado sus dudas sobre un proyecto que no cuenta con los recursos necesarios por parte de la Inspección de Trabajo, “sin medios y abandonada por el Ministerio”; que además en muchos casos tendrá que “hacerse a meno, como los escribientes antiguos”, y que se basa en “la presunción de veracidad que se concede a los trabajadores”, además de ignorar que hay empresas que no dispondrán de herramientas digitales para operar con normalidad. “Estamos, como en el caso de la reducción de la jornada laboral, en un brindis al sol”, ha concluido.
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