Información general
Anónimo
La información sobre esta intervención está extraída de los informes de ejecución
Datos históricos
Hasta el momento de la intervención que a continuación se describe, el Crucificado gótico de Vejer de la Frontrera componía junto a las imágenes de San Juan y la Virgen la escena del Calvario en un retablo barroco ubicado en la nave del Evangelio de la iglesia del Divino Salvador. Tras los tratamientos realizados se colocó en la capilla de las Ánimas del mismo templo, su emplazamiento actual. Que en origen la imagen no pertenecía al retablo lo indicaban tanto sus características estilísticas, discordantes con respecto a los elementos circundantes, como las señales de distintas intervenciones practicadas en ella para adaptarla a su nueva ubicación.
Estado previo
Gran parte de los daños que presentaba la escultura habían sido causados en el curso de anteriores intervenciones. La más importante tuvo lugar al colocar la imagen en el retablo de forma totalmente paralela al plano de la cruz, para lo cual se mutiló el reverso y se readaptaron los ensambles de los brazos hasta conseguir llevarlos hacia adelante y anular el arqueo y la tensión propia de los mismos. Por alguna razón, en ese o en algún otro momento, fueron amputadas también las manos y sustituidas por otras. A esto se suma la rotura de las piernas y la pérdida de fragmentos en ambos pies, ocasionados por golpes sufridos durante la Guerra Civil, según el testimonio popular. Por otra parte, la desaparición de parte del cabello y la presencia de numerosas perforaciones evidencian cambios de coronas y potencias a lo largo del tiempo.
Al grave estado de deterioro de la imagen contribuía el fuerte ataque de xilófagos, parcialmente oculto por la policromía superpuesta. También se observaban algunas grietas, una de las cuales recorría toda la espalda, clavos oxidados, puntas de alfiler y grandes acumulaciones de polvo.
En general la policromía se encontraba deficientemente adherida. Repintes muy burdos sustentados por sucesivas capas de preparación ocupaban aproximadamente el 90% de la superficie de la imagen desfigurando, con su grosor excesivo, los volúmenes de la talla.
Con respecto a la cruz, el principal problema que presentaba era la falta de solidez estructural para soportar el peso de la escultura, ya que el palo vertical estaba cortado por debajo del ensamble con el horizontal.
Descripción de la intervención
La primera operación fue descender la obra con su cruz, que se encontraba colgada por dos grandes clavos acodillados situados uno a cada lado del palo horizontal. La imagen y la cruz permanecían unidos entre sí por medio de otros dos clavos situados en el palo vertical. Previamente hubo que cortar los clavos de los pies y las manos, que se insertaban en el muro al que estaba adosado el retablo.
Se desmontó la imagen de la cruz para realizar el tratamiento de ambas piezas de forma individual. La primera permaneció durante un mes en unas bolsas herméticas con vapores de paradiclorobenceno y posteriormente con tetracloruro de carbono. El polvo de la superficie se eliminó con un aspirador de aire y se limpiaron de serrín y de residuos orgánicos las galerías producidas por los insectos xilófagos, con el fin de aplicar el insecticida por inyección en los orificios, como acción de refuerzo.
Se asentaron las zonas con peligro de desprendimiento: las de fácil acceso se fijaron con coleta, calor y presión; las de difícil acceso, como los pliegues internos del paño de pureza, algunas zonas de la cabeza, manos y pies, con una resina acrílica y presión.
La consolidación fue muy laboriosa y comprendió una serie de tareas. Los pequeños orificios y grietas se consolidaron con resina epoxídica; la grieta de la espalda, además, se reforzó con toledanas. Se extrajeron los clavos que unían los brazos y las piernas al cuerpo de la imagen, se desmontaron todos los miembros y, aprovechando los agujeros de los clavos extraídos, se colocaron pequeñas espigas de madera. En los ensambles de los brazos al cuerpo fue necesario reconstruir las espigas, que habían sido serradas, y añadir volumen para restituir la posición original.
En la cruz, se limpió el polvo, se eliminaron los elementos metálicos y se realizó un tratamiento de desinsectación, consolidación, fijación de las zonas doradas, ensamble de piezas y resanado de grietas. La falta de solidez se solucionó ensamblando una tabla de pino Flandes por el reverso.
Ficha técnica y planimetría
