

La Ley 45/2007, de 13 de diciembre, para el desarrollo sostenible del medio rural, supone un reto de grandes expectativas para las zonas rurales por su enfoque territorial, integral y participativo, de la planificación.
Es una Ley que marca objetivos comunes para las políticas de desarrollo rural sostenible de las Administraciones Públicas, estableciendo los criterios e instrumentos de colaboración, con objeto de lograr una acción pública coordinada y complementaria, dirigida a mejorar la cohesión económica y social entre los territorios así como un desarrollo sostenible y una protección adecuada de los ecosistemas y recursos naturales.
Esta Ley pretende contribuir a que la población rural alcance un mejor nivel de desarrollo y de calidad de vida de forma sostenible, equiparable al resto del territorio, corrigiendo desequilibrios redundando en beneficio general mediante la articulación de herramientas apropiadas, destinadas a dotar de las infraestructuras, equipamientos y servicios que necesitan, a la ejecución de actuaciones para la conservación y protección del medio ambiente y a la promoción de iniciativas emprendedoras surgidas desde y para las zonas rurales.
En suma, la Ley 45/2007 de Desarrollo Rural Sostenible trata de dirigir los esfuerzos de todas las administraciones hacia la mejora socioeconómica y ambiental de las zonas rurales y prioritariamente de las menos atendidas.
Ampliar la base económica del medio rural mediante la preservación de actividades competitivas y la diversificación de una economía compatible con el desarrollo sostenible.
Se pretende diversificar y compatibilizar la economía del medio rural, mejorar la cualificación y el bienestar ciudadano fomentando la igualdad de oportunidades y conservando el patrimonio así como los recursos naturales del territorio
La Ley 45/2007 incide en todos los sectores del medio rural requiriendo un elevado grado de gobernanza, teniendo una marcada orientación territorial y generando una participación ascendente.