SESIÓN DEL

LOS TOROS PODRÁN SER INDULTADOS EN TODAS LAS PLAZAS CON EL NUEVO REGLAMENTO TAURINO

La norma, aprobada por el Gobierno andaluz, amplía el catálogo de festejos, refuerza el papel de los aficionados e introduce cambios en la suerte de varas

Las reses lidiadas en corridas de toros y novilladas con picadores podrán ser indultadas en las 119 plazas permanentes de la comunidad autónoma, mientras que hasta ahora esta prerrogativa sólo se aplicaba en 11 cosos, los de primera y segunda categoría. Esta es una de las principales novedades que introduce el Reglamento Taurino de Andalucía, aprobado hoy por el Consejo de Gobierno.

El indulto supone el máximo reconocimiento para el toro, que es devuelto a los corrales y posteriormente a su ganadería, donde se le destina a la reproducción para preservar la raza. Lo otorga el presidente de la plaza exclusivamente en corridas de toros y novilladas, a petición de la mayoría del público, del ganadero y del diestro.

La nueva norma actualiza la legislación estatal vigente desde 1996, haciéndola más flexible y menos intervencionista en aspectos como la regulación de los tipos de espectáculos y la presidencia de los festejos. Su elaboración ha contado con una amplia participación y ha incorporado buena parte de las sugerencias presentadas por un centenar de colectivos y personas. Este texto completa la normativa de la Junta en el ámbito de la Fiesta y viene a sumarse a los ya vigentes reglamentos de Escuelas Taurinas (2001), Plazas de Toros Portátiles (2001) y Festejos Taurinos Populares (2003).

Además de la referida al indulto de toros, otra de las principales novedades recogidas es la ampliación del catálogo de espectáculos, en el que se da cabida a nuevos festejos como los denominados festivales mixtos (que reúnen distintos espectáculos en un solo), tanto benéficos como no benéficos, o los de recortadores (arte de esquivar al toro mediante quiebros y sin protección). También se recoge la posibilidad de continuar ampliando el catálogo en un futuro si la evolución de la Fiesta lo precisa.

En comparación con la normativa estatal, el reglamento andaluz define con mayor claridad las condiciones asignadas a los distintos tipos de plazas (permanentes, no permanentes, portátiles y de esparcimiento), además de reforzar los requisitos sanitarios y de instalaciones médicas. En este sentido, se exige la presencia de una UVI móvil, que deberá estar homologada por la Junta de Andalucía, y se prohíbe explícita y taxativamente iniciar cualquier espectáculo taurino sin la presencia de los médicos y ambulancias.

Respecto a las plazas permanentes, la principal novedad es la incorporación de La Malagueta de Málaga en el grupo de la 1ª categoría, en el que también se integran La Maestranza de Sevilla y Los Califas de Córdoba. Como plazas de 2ª categoría se consideran las de Almería, Algeciras, El Puerto de Santa María, Jerez de la Frontera, Granada, Huelva, Jaén y Linares, mientras que las restantes se encuadran en la 3ª categoría. Esta división es determinante a la hora de fijar desde los seguros a los precios de las entradas o los salarios de los profesionales.

Aficionados
La nueva normativa refuerza también tanto la figura del aficionado como la del torero. Se modifica así la regulación de la Presidencia de las plazas para hacer posible que cualquier aficionado ocupe este cargo, hasta ahora reservado a funcionarios de la escala superior y mandos de la Policía Nacional en las capitales de provincia y a alcaldes y concejales en el resto de los municipios. La única limitación que se establece ahora es la de no tener intereses directos en la fiesta.

Las delegaciones del Gobierno de la Junta designarán a los presidentes de las plazas de 1ª y 2ª y los alcaldes en las de 3º y portátiles, salvo que el Ayuntamiento sea el organizador del festejo (en cuyo caso la atribución corresponderá a la Administración autonómica). La elección deberá realizarse atendiendo a criterios de conocimiento, independencia, experiencia y profesionalidad.

Además, los aficionados tendrán derecho a ser oídos en los reconocimientos de reses previos a los festejos (a través de dos representantes de las asociaciones de espectadores del municipio), así como a acceder a la documentación del evento. Estos nuevos derechos se suman a los ya habituales relativos a puntualidad, ocupación de localidad y devolución de la entrada en caso de suspensión, aplazamiento o cambios en el cartel.

Junto a la figura del Presidente, también se regulan las del Delegado de la Autoridad (hasta ahora denominado delegado gubernativo), los alguacilillos y los monosabios. El primero será miembro de los cuerpos de seguridad y actuará como máximo responsable del callejón y del cumplimiento de las normas que rigen en este espacio, especialmente las prohibiciones de consumir alcohol y de permanencia de personas no autorizadas.

Suertes y trofeos
La nueva reglamentación introduce relevantes modificaciones en la suerte de varas, al reducir tanto las dimensiones de la puya como el peto protector de los caballos y el peso de estos animales, que disminuye en 50 kilos para hacer el conjunto más proporcional al toro. El número e intensidad de los puyazos se dejan a decisión del matador, aunque en las plazas de 1º categoría se establece un mínimo de dos entradas al caballo.

En la suerte suprema también se modifican los tiempos para primar la rápida muerte del animal, de forma que la faena dure aproximadamente 10 minutos, contando los tres avisos a partir de la entrada a matar.

Al igual que en la normativa estatal, el reglamento taurino de Andalucía responsabiliza al ganadero de la integridad de las reses y de que los toros no estén afeitados hasta que se celebra la corrida. La diferencia es que, cuando haya sospecha de manipulación de astas, el festejo podrá llevarse a cabo bajo su responsabilidad y con la condición de que posteriormente se hagan las comprobaciones oportunas. Por su parte, los análisis de sangre y orina de reses y caballos si se aprecian comportamientos extraños durante la lidia se podrán realizar a instancias del torero y de la empresa organizadora del festejo. Anteriormente, esta potestad quedaba reservada sólo a los veterinarios.
Otra medida novedosa recogida en el reglamento es la posibilidad de que el presidente y los veterinarios señalen las reses en la ganadería (reconocimiento superficial previo al más exhaustivo que se realiza en la plaza) para evitar traslados innecesarios hasta los cosos.

En cuanto a los trofeos, se unifican los criterios para la salida a hombros de diestros y rejoneadores en las plazas de primera, fijándose como requisito básico el de cortar dos orejas al mismo toro. No obstante, en La Maestranza de Sevilla se mantiene la tradicional exigencia de cortar tres orejas para salir por la Puerta del Príncipe.

Con el fin de regular plenamente el sector y asegurar la competencia leal, se crean dos registros, el de Profesionales Taurinos, donde deberán inscribirse al menos los matadores de toros, los novilleros, rejoneadores, banderilleros, picadores, toreros cómicos y mozos de espada; y el de Empresas de Espectáculos Taurinos, en el que en el plazo de un año habrán estar inscritas todas las compañías que pretendan organizar festejos en la comunidad autónoma, previo depósito de una garantía de 25.000 euros.

Finalmente, el nuevo reglamento taurino establece el reconocimiento de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Córdoba como centro centro de referencia para la investigación y la docencia en torno a la cabaña brava en Andalucía, comunidad donde se contabilizan más de 300 ganaderías.

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