SESIÓN DEL

El Gobierno andaluz declara Lugares de Memoria Histórica 14 enclaves representativos de la represión franquista

Los espacios, en las ocho provincias, incluyen fosas comunes, cementerios, cárceles, antiguas trincheras, refugios antiaéreos y campos de concentración

El Consejo de Gobierno ha aprobado la declaración de 14 Lugares de Memoria Histórica en las ocho provincias andaluzas, de acuerdo con el decreto de agosto de 2011 que instaura esta figura para recordar los principales emplazamientos de la represión franquista y homenajear a las víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura.

Estos enclaves son el monumento a los asesinados en el Campo de Concentración de Mauthausen y la antigua cárcel del Ingenio, en Almería; el Castillo de San Sebastián, en Cádiz; la fosa común del Cortijo El Marrufo, en Jerez de la Frontera (Cádiz); los Muros de la Memoria en los cementerios de la Salud y de San Rafael, en Córdoba; las tapias del cementerio de Granada y la carretera entre los municipios granadinos de Víznar y Alfacar; la fosa común del cementerio de Nerva (Huelva); el refugio antiaéreo de Jaén y los vestigios de la Batalla de Lopera en este municipio jiennense; la carretera Málaga-Almería y el cementerio de San Rafael de Málaga, y las antiguas cárcel de la Ranilla y Comisaría de Investigación y Vigilancia de la calle Jesús del Gran Poder, en Sevilla.

Los 14 nuevos Lugares de Memoria Histórica se suman a los dos primeros que fueron declarados en diciembre de 2011: la Casa de Blas Infante en Coria del Río (Sevilla) y el lugar de su fusilamiento en el kilómetro 4 de la antigua Carretera de Carmona, en el término municipal hispalense.

De acuerdo con el decreto regulador de esta figura, la consideración de un emplazamiento como Lugar de Memoria Histórica obliga a la administración pública titular a garantizar su identificación, señalización, preservación y, en el caso de que experimente alguna transformación de importancia, a mantener una huella o registro permanente que sirva para recordar los hechos relacionados con el sitio. Cuando la propiedad sea privada, la Junta fomentará la firma de acuerdos con las personas y entidades titulares.

La declaración, que corresponde al Consejo de Gobierno, conlleva un informe exhaustivo con documentación sobre el lugar, su evolución histórica y la narración de los hechos que motivan su reconocimiento con los datos sobre las personas e instituciones que se vieron involucradas. El inicio del procedimiento de declaración es competencia del Comisariado para la Recuperación de la Memoria Histórica, dependiente de la Consejería de Gobernación y Justicia. Este proceso se prolonga durante un periodo total de seis meses desde su inicio hasta su resolución y aprobación por el Consejo de Gobierno.

Los Lugares de Memoria Histórica se inscriben en un catálogo específico de carácter público que contiene la documentación de cada emplazamiento y la adicional que se pueda generar y sea de utilidad para estudios e investigaciones.

Todo este proceso cuenta con el apoyo de un grupo de seis expertos, designados entre profesionales e investigadores de reconocido prestigio a propuesta del Comisariado (tres), el Consejo Andaluz de Universidades (dos) y la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (uno).

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Anexo

Lugares de Memoria Histórica en Andalucía

1. Declarados el 20/03/12

Monumento a los asesinados en el Campo de Concentración de Mauthausen, en el Parque de las Almadrabillas. Almería

El Parque de las Almadrabillas de Almería dispone de un memorial con 142 columnas homenaje a los otros tantos almerienses asesinados en el campo de exterminio de Mauthausen.

El exilio provocado por la represión franquista llevó a numerosos andaluces a los campamentos de refugiados del sur de Francia pero, tras la toma de París por las tropas nazis, muchos republicanos españoles acabaron en campos de exterminio. Más de un millar de andaluces perdieron la vida en el de Mauthausen.

Antigua Cárcel del Ingenio. Almería

La principal cárcel utilizada en la provincia de Almería durante la guerra civil por ambos bandos fue la conocida como El Ingenio, situada en una antigua fábrica de azúcar. Por esta prisión, de la que se conserva la fachada restaurada de la puerta principal, pasaron cientos de detenidos, primero del bando golpista, y una vez conquistada Almería por las tropas franquistas, del bando republicano.

Las malas condiciones higiénico-sanitarias de la cárcel durante la posguerra provocaron la muerte por contagio de enfermedades infecto-contagiosas como el tifus a muchas personas, según datos de los registros civiles. Las investigaciones sobre la represión franquista cifran en más de 300 los asesinados en los tres años posteriores a la toma de la ciudad, muchos de ellos procedentes del Ingenio.

Castillo de San Sebastián. Cádiz

Cuando se produjo el golpe de estado contra la República, el gobernador civil, el comandante Mariano Zapico, se hizo fuerte en la sede del Gobierno Civil junto al presidente de la Diputación, Francisco Cossi, y a medio centenar de militares leales comandados por el capitán Antonio Yáñez-Barnuevo, además de centenares de voluntarios. Yáñez-Barnuevo, junto a guardias de asalto y milicianos, mantuvo la resistencia desde las 16.00 horas del 18 de julio de 1936 hasta el día siguiente, cuando las tropas sublevadas en Cádiz obtuvieron el refuerzo de regulares procedentes de Ceuta. Los defensores del Gobierno Civil fueron detenidos el 19 de julio y llevados al Castillo de Santa Catalina los militares y a la prisión provincial y al barco-prisión Miraflores los civiles.

Cuatro días después se incoó expediente para consejo de guerra sumarísimo, por el delito de rebelión militar, al gobernador civil comandante Mariano Zapico, al teniente coronel Leoncio Jaso, al capitán Antonio Yáñez Barnuevo, al oficial de telégrafos Luis Parrilla, al presidente de la Diputación Francisco Cossi, al capitán de fragata Tomás de Azcárate y al secretario particular del gobernador Antonio Mascalio.

El 2 de agosto fueron condenados a muerte y el día 6 ejecutados los cuatro primeros en el Castillo de San Sebastián. Este lugar, a partir de entonces, sirvió de escenario para el asesinato de muchos defensores de la legalidad y del orden constitucional, en numerosos casos sin la celebración de juicio previo y sin que sus cuerpos aparecieran nunca. Otros sufrieron años de prisión en penosas condiciones.

Fosa común del Cortijo El Marrufo. Jerez de la Frontera (Cádiz)

La finca El Marrufo, en el término municipal de Jerez de la Frontera (Cádiz), en la confluencia con la provincia de Málaga, está dentro del Parque Natural de los Alcornocales. Fue tomada a comienzos de noviembre de 1936 por tropas de Falange, Guardia Civil y voluntarios de las milicias, y cedida durante la guerra civil a las fuerzas franquistas para su uso como cuartel.

El momento álgido de la represión en esta zona coincidió con el ataque a la aldea de La Sauceda, muy próxima al cortijo, donde se habían escondido muchos republicanos tras el golpe de estado del 1936 en su intento de llegar a la provincia malagueña. Las mujeres y los niños, llevados a la finca en camiones, fueron encerrados en la capilla y los hombres en un barracón-almacén cercano. Algunas supervivientes recuerdan cómo les cortaron el pelo al rape a muchas de ellas y, durante las noches y madrugadas, eran sacadas fuera para ser violadas o fusiladas.

Cerca del templo, tras unas naves que aún se conservan, existe una pendiente, antes presidida por una cruz de hierro, donde está la fosa en la que las mujeres fueron sepultadas. No obstante, en los alrededores del cortijo hay varias zonas de enterramiento, de las más numerosas de la provincia, con cientos de fusilados, según algunos vecinos.

Muros de la Memoria en los cementerios de La Salud y San Rafael. Córdoba

Los Muros de la Memoria, inaugurados el 18 de marzo de 2011, son dos placas de mármol negro con los nombres de más de 2.200 personas que fueron asesinadas y que, presumiblemente, están enterradas en fosas comunes en los cementerios de La Salud y de San Rafael de Córdoba.

Estos dos espacios, que simbolizan la represión franquista en la provincia, son fruto de la labor de investigación llevada a cabo por varias asociaciones de memoria cordobesas y el Archivo Municipal de Córdoba.

Tapia del Cementerio de Granada

Las tropas golpistas se hicieron con el control de la ciudad de Granada el 20 de julio de 1936. Tras las detenciones selectivas de autoridades republicanas (alcaldes, concejales, gobernador civil, líderes de partidos marxistas y organizaciones sindicales socialistas y anarquistas) tuvieron lugar detenciones masivas de militantes, obreros y profesionales que se habían opuesto al golpe militar o manifestado su lealtad a la República. La prisión provincial granadina, con capacidad para 400 presos, llegó a acoger a 2.000 personas. Los prisioneros más relevantes fueron sometidos a consejos de guerra y juicios sumarísimos, pero a miles se les ejecutó directamente.

Cada noche, se leían en público las listas de los condenados a muerte y, antes del amanecer, eran llevados en camiones a las tapias del cementerio de San José para su fusilamiento. Los cuerpos acababan en fosas comunes del patio.

Los ejecutados llevaban una tarjeta de identificación con datos que eran registrados en los libros del cementerio. A las primeras víctimas se les puso como causa de la muerte "disparo de arma de fuego", frase que fue sustituida más tarde por la de "orden de Tribunal militar". Un total de 2.012 personas fueron fusilados entre el 26 de julio de 1936 y el 1 de marzo de 1939. No obstante, los familiares no pudieron recuperar los restos porque estos fueron extraídos y depositados en el osario cinco años después.

Periodistas, escritores y otros testimonio han dejado constancia de los hechos. Las tapias, que aún hoy poseen impactos de bala en la pared exterior, son el lugar donde cada 20 de julio, día en el que se declaró el estado de guerra en Granada, se rinde homenaje a las víctimas del franquismo asesinadas y enterradas en este cementerio.

Carretera Víznar-Alfacar. Granada

Los municipios granadinos de Víznar y Alfacar, en la comarca de La Vega, fueron el escenario del asesinato de más de 6.500 personas según datos de los registros civiles, los libros de cementerios y las causas y juicios sumarísimos encontrados en el Archivo Militar de Granada.

El camino que discurre entre Víznar y Alfacar es conocido como "carretera de la muerte" por la cantidad de personas fusiladas en ella por los golpistas a partir de julio de 1936. La mayoría era detenida por escuadrones falangistas y encarcelados en un albergue juvenil, conocido como Las Colonias.

Según fuentes orales, los camiones transitaban de madrugada cargados de hombres y mujeres que, en muchos casos, eran fusilados al pie de la carretera y enterrados en cunetas, manantiales y depresiones aprovechando la orografía del terreno. Desde Fuente Grande hasta el Barranco de Víznar se sucedieron los fusilamientos de republicanos y opositores al golpe.

Fosa común del Cementerio de Nerva. Huelva

El pueblo onubense de Nerva, de tradición minera, estaba en pleno apogeo económico y social y contaba con unos 20.000 habitantes cuando comenzó el bombardeo de la aviación franquista el 20 de agosto de 1936. La noche anterior al día 26, fecha de ocupación por las tropas sublevadas, centenares de personas abandonaron el municipio en dirección a otras provincias.

Desde entonces comenzó una dura represión que acabó con la vida de miles de personas en toda la zona. Muchos represaliados acabaron en el cementerio municipal de Nerva donde, según el Mapa de Fosas de la Junta de Andalucía, puede haber en torno a 1.500 cadáveres en una gran enterramiento. Sin embargo, muchos ciudadanos de otros lugares iban a este municipio a trabajar a la mina, por lo que se desconoce la cantidad exacta de personas que desaparecieron y el número de asesinados.

Esta fosa es un lugar representativo de la represión franquista y está dignificada desde hace algunos años. En el lugar se han realizado varios homenajes a las víctimas por parte de asociaciones, familiares y ayuntamientos de la comarca.

Refugio antiaéreo de Jaén

La ciudad de Jaén cuenta con seis refugios para el cobijo de la población en caso de ataque aéreo, entre ellos los ubicados bajo la Plaza de Santiago y el Antiguo Hospital de San Juan de Dios.

Todos ellos se construyeron tras el bombardeo aéreo que sufrió la capital el 1 de abril de 1937, como respuesta al que el ejército republicano llevó a cabo en Córdoba. El ataque se produjo por sorpresa, puesto que la ciudad no era enclave militar ni escenario de combates. Los datos de los registros civiles, los libros de cementerios y la Causa General permiten estimar en 159 los fallecidos de la población civil y en varios centenares los heridos.

Vestigios de la Batalla de Lopera (Jaén)

La noche del 25 de diciembre de 1936 el ejército nacional franquista invadió el municipio jienense de Lopera, lo que provocó un éxodo masivo de la población. Un pequeño grupo de milicianos se quedó para defender la localidad, y comenzó así una de las batallas más importantes del Frente de Andalucía durante la guerra civil.

Los primeros enfrentamientos en el Cerro del Calvario y El Pilar Nuevo tuvieron lugar el día 27. El Batallón XII de los Brigadistas sufrió, en una sola incursión, más de 50 bajas, entre ellas las de los escritores Ralph Fox y John Conford, debido al desconocimiento del terreno y la falta de instrucción militar. También murieron cientos de soldados y voluntarios internacionales.

Lopera cuenta con numerosos vestigios de la guerra civil, ya que en su término municipal estaba la línea divisoria entre los dos bandos. Entre los restos destacan numerosos nidos de ametralladoras, trincheras, búnkeres, fortines, cuevas y refugios.

Carretera Málaga-Almería

El 8 de febrero de 1937 tiene lugar la huida desordenada, sin medios de transporte ni subsistencia, de buena parte de la población de Málaga por la única vía libre antes de la ocupación, la carretera de Almería. Este es uno de los episodios más dramáticos de la guerra civil que afectó a más de 100.000 personas y provocó un elevado número de muertes, sobre todo entre la población civil. La carretera antigua ha desaparecido en numerosos tramos.

Desde mediados de enero, las fuerzas sublevadas avanzaron desde Algeciras desplegadas en dos grupos: uno por las localidades costeras de Marbella o Fuengirola y, el otro, a través de la Serranía de Ronda y el Valle del Guadalhorce. Además, procedente de Granada, avanzaba una columna desde Órgiva a Motril. Las operaciones se agilizaron con la participación italiana por las rutas de Antequera-Almogía-Málaga, Loja-Colmenar-Málaga y la de Alhama, que se dirigía, pasando por Torre del Mar, a la costa.

A la altura de esta última ciudad, la ofensiva área de los aviones italianos, que fue más intensa, logró provocar el mayor número de víctimas, heridos y desaparecidos. Las familias intentaban llegar a Motril, por ser un lugar relativamente seguro y con puesto sanitario. Los bombardeos de la aviación y los barcos de guerra 'Canarias', 'Almirante Cervera' y 'Baleares' frente a la costa constituyen el peor recuerdo para los desplazados.

Fosa del Cementerio de San Rafael. Málaga

La intervención arqueológica llevada a cabo en el antiguo cementerio de San Rafael de Málaga el 16 de octubre de 2009 permitió recuperar los restos óseos de 2.840 personas que fueron asesinadas entre 1937 y 1954. No obstante, existe una relación nominal de 4.471 víctimas de la represión, según el estudio documental realizado en los Archivos del Registro Civil, el Archivo Histórico Provincial y el Archivo juzgado Togado Militar número 8 de Málaga, así como en los Libros de Registro del propio cementerio y por los datos aportados por familiares. La investigación y recuperación de los restos se llevó a cabo, a petición de las familias, tras conocer que el recinto iba a ser transformado en un parque.

Antigua cárcel de la Ranilla. Sevilla

El arquitecto Aníbal González planeó urbanísticamente en 1911 esta prisión  y el matadero municipal en los terrenos propiedad de los Marqueses del Nervión. La cárcel, denominada posteriormente Centro Penitenciario Sevilla 1, toma su nombre de la cercana venta de Ranilla. Inaugurada el 15 de mayo de 1933 durante la II República, tras la guerra civil se convirtió en un centro de detención donde se encarceló y torturó a miles de represaliados y presos políticos.

Durante la dictadura franquista, de la cárcel de la Ranilla salieron para ser fusilados en las tapias del cementerio de San Fernando y otros lugares un importante número de prisioneros. Otros fueron ejecutados en su patio mediante garrote vil. En sus instalaciones de la Ranilla también existía un barracón de mujeres. A algunas de ellas las fusilaron pero la mayoría fueron represaliadas por ejercer el estraperlo como única forma de sobrevivir.

Muchos opositores al régimen franquista del mundo político y sindical de la clandestinidad acabaron en este centro penitenciario en las décadas 50 y 60. Tras su cierre, en pleno siglo XXI, esta cárcel se ha convertido en un lugar para el recuerdo y la memoria de los luchadores por la libertad.

Antigua Comisaría de Investigación y Vigilancia de la Calle Jesús del Gran Poder. Sevilla

El Gobierno de la República implantó un Instituto-Escuela y una Escuela Nacional de Magisterio en el Colegio Villasís y la Residencia de la calle Jesús del Gran Poder de Sevilla tras la disolución en enero de 1932 de la Compañía de Jesús.

La escuela fue sede a partir del verano de 1936 de la Comisaría de Investigación y Vigilancia de los sublevados, bajo el mando del delegado militar gubernativo, el capitán Manuel Díaz Criado. Este, que formó parte del grupo de militares y civiles que escoltaron a Gonzalo Queipo de Llano, participó personalmente en la detención de militares no comprometidos y fue nombrado delegado de Orden Público para Andalucía y Extremadura para controlar el aparato represivo.

Díaz Criado contaba para esta labor, que se desarrolló desde el 25 de julio al 12 de noviembre de 1936, con la prisión provincial de la Ranilla, dos barcos-prisión atracados en el río, "Cabo Carvoeiro" y "Mogador", y siete prisiones habilitadas: la plaza de toros de la Real Maestranza, el cuartel del Duque, el cabaret Variedades, la Casa del Pueblo de la calle Cuna, el cine de la calle Jáuregui, los sótanos de la Plaza de España y, sobre todo, la antigua Residencia de los Jesuitas, donde se torturaba en el patio número 3. Este periodo se caracterizó por las ejecuciones extrajudiciales y los paseos y sacas de presos de los lugares de reclusión.

2. Declarados el 30/12/11

Casa de Blas Infante. Coria del Río (Sevilla)

La Casa "Villa Alegría", declarada monumento en 2006, alberga los originales del escudo, la bandera y la partitura del himno de Andalucía, además de la documentación que Blas Infante reunió a lo largo de su vida. Ubicada sobre un altozano desde el que se divisa el Guadalquivir, Villa Alegría fue diseñada personalmente el político andaluz como residencia familiar. En ella vivió desde 1932 a 1936.

Inspirada en la arquitectura andalusí, la casa se configura estilísticamente dentro de la corriente historicista del regionalismo sevillano de principios del siglo XX. Andalucía se encuentra representada tanto en su interior como en el entorno a través de elementos ornamentales y constructivos que reflejan distintos periodos históricos.

En 2001, las tres hijas de Blas Infante, María Luisa, María Alegría y María de los Ángeles suscribieron un acuerdo con la Junta mediante el cual donaban a la Comunidad Autónoma los derechos sobre los símbolos de Andalucía. Este acuerdo incluía la compra de Villa Alegría por la Administración autonómica y su conversión en casa-museo.

Lugar del fusilamiento de Blas Infante. Sevilla

El lugar del fusilamiento de Blas Infante se localiza en el kilómetro 4 de la antigua Carretera de Carmona, en el término municipal de Sevilla. Declarado Sitio Histórico en 2001, este espacio queda emplazado al noroeste de la intersección entre la ronda de circunvalación SE-30 y la avenida Kansas City, e incluye tanto el cortijo conocido como Gota de Leche como una plaza pública y un monumento

Político, pensador, ideólogo, escritor y máximo exponente del andalucismo, Blas Infante fue proclamado el 5 de julio de 1936 presidente de honor de la futura Junta Regional de Andalucía. El 11 de agosto de ese mismo año fue fusilado junto con otros dos detenidos en las inmediaciones del cortijo conocido como Gota de Leche. Este inmueble de estilo regionalista, que aún se conserva, fue proyectado por Vicente Traver en torno a 1930. La Fundación Blas Infante adquirió los terrenos en 1985 para diseñar la plaza y el monumento-homenaje.


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