SESIÓN DEL

La Junta expresa su consternación por el fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco

El Consejo de Gobierno declara tres días de luto oficial y aprueba una declaración institucional que destaca sus vínculos con Andalucía

El Consejo de Gobierno ha aprobado una declaración institucional con motivo del fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco en la que expresa su consternación y declara tres días de luto oficial, destacando los vínculos de la Jefatura de Estado del Vaticano con Andalucía, fortalecidos especialmente durante el pontificado de quien en vida seglar fuese Jorge Mario Bergoglio.

El Gobierno andaluz destaca la huella profunda y permanente que ha dejado el Sumo Pontífice “no sólo en el corazón de los más de 1.400 millones de católicos del mundo, de los que era máximo referente y guía moral, sino también en el espíritu y en el pensamiento de cuantos, cristianos o no, creyentes o no, se posicionan del lado de los vulnerables, los perseguidos y los marginados ante las injusticias, las desigualdades y las calamidades que sacuden a la sociedad”.

Texto íntegro de la declaración institucional con motivo del fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco:

Los doce años de pontificado de Su Santidad el Papa Francisco han dejado una huella profunda y permanente no solo en el corazón de los más de 1.400 millones de católicos del mundo, de los que era máximo referente y guía moral, sino también en el espíritu y en el pensamiento de cuantos, cristianos o no, creyentes o no, se posicionan del lado de los vulnerables, los perseguidos y los marginados ante las injusticias, las desigualdades y las calamidades que sacuden a la sociedad. En esta hora triste para una civilización necesitada de luz y huérfana de concordia, Andalucía, tierra donde los valores humanos son filosofía de vida y rasgo de carácter, expresa su consternación por el fallecimiento del Santo Padre y hace suyo el dolor de quienes hoy se sienten más solos que ayer, pero mantienen viva la esperanza de un mañana mejor.

Los vínculos de la Jefatura de Estado del Vaticano con Andalucía no son nuevos, pero sí son más recientes los especiales lazos de afecto que se establecieron con Juan Pablo II y se fortalecieron durante el mandato de quien en vida seglar fuese Jorge Mario Bergoglio. Una corriente insólita de simpatía se estableció desde nuestras latitudes hacia este pontífice con el que estábamos hermanados por el fenómeno abrumador de la hispanidad, ese parentesco universal de siglos que nos une con América a través del humor, del amor, de la palabra, de la lucidez y de la elevación. El Papa argentino tenía la sencillez, la hondura y la compasión que tantas veces vemos como dones naturales en muchas de nuestras gentes de Andalucía, y eso constituía una razón añadida para el entendimiento y la cordialidad; era como decir que, en algunos momentos, si no siempre, parecía de aquí, sentía como se siente aquí. En las diferentes audiencias concedidas a delegaciones andaluzas, saltó a la vista esa familiaridad, esa cercanía que no tiene que ver con los kilómetros sino con la cultura, la grandeza de espíritu y la sensibilidad de ese Sur con mayúsculas que tantas veces ha sido y es contrapeso a la oscuridad, el fanatismo y el miedo. El Sur de Francisco. El Sur de Andalucía.

Además de la declaración de tres días de luto oficial, el Gobierno andaluz quiere dejar testimonio solemne de su pesar por la pérdida de Francisco, que tomó su nombre apostólico del más humilde de los santos y que hizo de esa humildad un principio de vida y una enseñanza frente a los excesos, el materialismo desmedido y la soberbia. Por añadidura, Andalucía tiene una innegable e irrenunciable raíz católica que forma parte de nuestra cultura y que determina nuestra identidad, de la que nos sentimos orgullosos como comunidad y por la que somos reconocidos dentro y fuera de los límites de España; ese vínculo histórico eleva la muerte del pontífice romano a rango de pérdida propia, y como tal la lloramos.

Se ha ido el Papa en plena convulsión internacional, con las viejas alianzas rotas, la globalidad en precario y la seguridad en entredicho, cuando más se echan de menos líderes carismáticos que serenen al mundo y hagan crecer la esperanza. Ojalá el recuerdo y la labor de Francisco inspiren al próximo Sumo Pontífice para que haga suya la misión del diálogo frente al estruendo y el silencio; la paz, frente a la astracanada y la amenaza; la justicia social y la igualdad, frente a la opresión y los desequilibrios; la alegría y el humor, contra la tristeza de quienes niegan los principios y valores que hacen la tierra habitable.

Descanse en paz Su Santidad el Papa Francisco. Gracias por intentar hacernos mejores.

Índice