Células Madre

El uso de células vivas con el objetivo de restaurar o mejorar la función de órganos y tejidos dañados es lo que se define como Terapia Celular. Una parcela de la investigación en la que son múltiples los tipos celulares que intervienen de los que unos ya han demostrado su eficacia de forma sobrada, otros están en fase de investigación clínica; es decir, que han dado resultados exitosos en el laboratorio y actualmente se están aplicando en humanos como ensayos clínicos, y otros, por tanto, están aún en fase de investigación básica, o lo que es lo mismo, en los laboratorios, lo que impide predecir si finalmente llegarán a constituirse en una futura terapia celular.

foto de célula

Por tanto, la Terapia Celular engloba cualquier tipo de células vivas que se utilicen con una finalidad terapéutica, ya se trate de células completamente diferenciadas o células maduras, como podrían ser, por ejemplo, los hepatocitos (células del hígado), los condrocitos (células del cartílago), las células beta (células productoras de insulina en el páncreas), o lo que es lo mismo, las células que ya tienen una función concreta; las células madre, ya sean embrionarias, fetales, neonatales o adultas (es decir, aquellas que tienen capacidad de diferenciarse en otras células) o los progenitores o precursores, en los que se engloban las células que mantienen un grado de diferenciación incompleto pudiendo dar lugar a células maduras o completamente diferenciadas.

foto de célula

Las células madres, por su parte, se definen por dos características biológicas, lo que les confiere un gran atractivo por su potencial uso clínico. Las células madre son capaces de autorrenovarse (reemplazarse a sí mismas cuando acaba el ciclo vital de la célula) y de diferenciarse a tejidos más especializados (pasar de ser una célula sin una especialización a una célula madura con una función concreta). Sin embargo, estas capacidades y varían en función del origen de las células madre.

Sin embargo, la investigación sigue avanzando y, para evitar los inconvenientes inmunológicos que pueden aparecer por utilizar células alogénicas (de otros pacientes, lo que puede inducir a rechazos del sistema inmune del receptor), se está desarrollando una gran actividad investigadora con distintas técnicas de reprogramación celular a fin de obtener células similares a las embrionarias (es decir, completamente inmaduras con capacidad de diferenciarse a cualquier tipo celular) pero que, al ser del propio paciente, no provoquen rechazo ya que cuentan con la misma carga genética.

Para ello se comenzó empleando la transferencia nuclear, coloquialmente conocida como clonación terapéutica, una técnica permitida legalmente en España siempre y cuando se emplee, única y exclusivamente, con fines terapéuticos y nunca con fines reproductivos.

La transferencia nuclear consiste en obtener un blastocito, a partir de un óvulo donado al que se le extrae su núcleo y se le transfiere el de una célula adulta del paciente para el que se quieren obtener células madre de tipo embrionario, dotándola, por tanto, de su misma carga genética y evitándose así, posibles rechazos del sistema inmune.

Y en el camino de la ciencia aparecieron posteriormente las células madre pluripotenciales inducidas (células IPS); es decir, células similares a la embrionarias que se obtienen a partir de células complemente maduras de un individuo adulto a través de técnicas que modifican la actividad de determinados genes en dichas células de modo que se vuelven completamente inmaduras y con capacidad de diferenciarse a cualquier tipo de células del mismo sujeto. Estas técnicas, por tanto, evitan la necesidad de utilizar embriones provenientes de técnicas de fecundación in vitro, o de crear blastocitos haciendo uso de la transferencia nuclear.